¿Qué son los TCA?

Si echamos la vista atrás, con los años se ha ido elaborando e instalando en nuestra sociedad, diversidad de opiniones acerca de los que es un trastorno de la conducta alimentaria. 

En estos momentos hay muchas falsas creencias y bulos alrededor de este tema que es mejor aclarar y hacerles frente, a veces se hacen comentarios inapropiados que hacen que se mantengan estas creencias erróneas sobre los TCA y ello puede repercutir en la toma de conciencia de enfermedad y en la posterior petición de ayuda de las personas y familiares afectados. Por ello creemos que es de suma importancia el poder identificarlos y aclararlos.

Podemos decir que la causa de los TCA son los estereotipos sociales actuales. Es verdad que la presión por la búsqueda de la perfección del cuerpo como forma de bienestar que la sociedad ejerce es importante en el desarrollo de un TCA, pero evidentemente esta no es la única causa de llegar a padecerla. Como enfermedad mental que es, esta está sujeta a varios factores que predisponen y precipitan a la persona a tener un TCA, entre ellos puede estar baja autoestima, autoexigencia, inadecuada gestión emocional, estado depresivo…

Un TCA no solo lo padecen las chicas adolescentes. No es algo característico de la adolescencia, cada vez más se va ampliando el margen de edad de padecerlo, desde la infancia hasta la edad adulta. Cuando hay una predisposición, en cualquier momento de la vida, y a cualquier edad, puede desarrollarse el TCA ante un problema (separaciones, fallecimientos…). De igual manera, también lo padecen los hombres, apareciendo con igual sintomatología e intensidad que en las mujeres.

Una bulimia se diagnostica cuando la persona vomita. El vómito es un síntoma más de los trastornos de conducta alimentaria, que puede aparecer tanto en la anorexia como en la bulimia. Es una forma de compensar y calmar el malestar corporal y emocional provocado por la ingesta o sobre ingesta de alimentos.

Un TCA elige tenerlo la persona. Al seguir en la sociedad asociado el TCA exclusivamente a la conducta alimentaria y al cuerpo, es decir, a que la persona no quiere comer por estar delgado, se piensa que es algo voluntario, incluso un capricho o llamada de atención y que quien lo tiene puede dejar de hacerlo en el momento que el decida, simplemente cambiando su idea o su hábito. Con este concepto lo único que se consigue es que la persona crea que puede superarlo por sí mismo, sin necesidad de ayuda y que no lo identifique como enfermedad. Cuando realmente dada la gravedad, es necesaria la ayuda y el acompañamiento de un equipo multidisciplinar.

Solo tienes un TCA si te diagnostican anorexia o bulimia. La anorexia y la bulimia no son los únicos trastornos alimentarios. La diversidad en la que aparece la sintomatología alimentaria hace que los diagnósticos también sean diversos, más allá de la anorexia y la bulimia, están el trastorno por atracón caracterizado por un patrón repetitivo de ingesta compulsiva, y otros menos conocidos como la ortorexia, vigorexia… No etiquetar ni estereotipar a la persona enferma de TCA es clave para poder cambiar sus conductas.